Contradictorios tanto como la luna y el sol, pero siempre con decisión para poner un punto y seguido.
La quería tanto que jamás pensó en olvidarla y aunque aún la sigue queriendo,teme los palos que le pueda dar su vida. Ella sabía perfectamente que era su primer y verdadero amor, que como él pocos pero mejor que él muchos y
él pensaba en ella como si fuera el pan de cada día y se identificaba con el pijama que la abrigaría cada noche.
Ambos, continuaban viviendo aquella historia que parecía no tener fin y que de hecho, por el momento, no lo tenía.
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